Ven, cura esta pena, quitame estas ganas de tí.

No sé si no hay vocablos o si falta un bajamar, pero no me sigas. Yo voy para el otro lado, con otra presunción y tres arquetipos de tonos diferentes. Porté tu insolencia fictisia, y yo que pensaba que había recaído dentro de un cínico apático. Ahora cargo hebras entrelazadas que van formando un canto musical un poco mediocre, pero muy inocular. Mira mira, ¿ves el caleidoscopio? allí estamos nosotros, viajando en un velero.
No pienses de más cuando te quedes sola.