Me gusta salir los sábados y los domingos reflexionar

Aprendí, así sin más, a retener el llanto. Cultivé alegrías que emprendieron el viaje de disolver las angustias. Sin embargo hay algo que nunca termina de completarse hasta el momento: el amor. Quiero escribir poesías y poder aprender a no tenerle vértigo a esta altura del año. Que lo que pasó, en fin, pasó. Y que lo que conservo ahora es más importante que lo que tenía en mente a principio de este año dorado. Quizás sea algo risueña en instantes pero sé hacía dónde voy. Hacía dónde quiero ir.