martes, 14 de febrero de 2012

Incríptico

Que triquiñuela (astucia) inventar un tiempo oblongo y escrupuloso para galantear el fervor del enamoramiento, ¿no? ¡Ay ay! Este ser humano que desde el principio se unió al invento, dándole formas y moldeando otros seres humanos, para que se adapten al panóptico implícito o transparente. ¡Pero qué ser humano! que proyecta en-amor-a-miento.
Lindo día para hacerle saber a mi Luna el amor que emerge desde la clorofila de la planta de menta. Y veo el polvillo que sólo se divisa cuando el sol atraviesa la ventana y dispara un gran marco luminoso en el piso. El vaso de agua  choca con los hielos que se derriten por acción del calor; las gotas se adjuntan a mi mano y la frescura da a la respiración, que se torna amor de lo más elevado.

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