Deseo que la gente empiece a decirse la cosas en la cara.
Que las situaciones sentimentales sean vinculaciones directas. Con palabra, con el sustento del amor. Sin más.
Harta de lo que se oculta y se siente. De las miradas atrapantes; de ese juego dual y patético. Lo que no se dan cuenta es que aunque parece divertido y pasional es una verdadera porquería. Que aunque se puede sacar muchos frutos de una sola mirada, luego nos otorga duda y confusión. No hace estallar y complotarnos para dejar de pensar, para resignar algo que el corazón expresa latente. Ya no se puede interpretar más, no sirve, no tiene nada.
¿Por qué es tan complicado acercarte? Hoy es la última vez que hablo contigo. Voy a retirarme del tener que ir siempre yo a encarar las cosas. Empiecen a acercarse y déjense de joder.
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