Al alma hay que darle de comer, un poco de azúcar del estero, un poco de risa y caramelo.
No es que el anaranjado me sigue, sino que yo sigo al naranja. Escuché que significa alegría, energía, felicidad. Que se oye como un León rugir, que es ideal para el espíritu. El Trópico, el Sol brillante. Color caliente.
La fortaleza y la resistencia. El cítrico indispensable, asociado a la Luna creciente. Desencadena el deseo de la aventura. Es un otoño madrugador.
Leí que el dorado significa prestigio, sabiduría, claridad de ideas y riqueza.
¿Qué le pasa a la Luna?¿Que tiene el dorado y el anaranjado?¿A dónde va el Sol?
¿Hasta dónde llega el olvido?
¿Desde dónde esperamos?¿Qué entierro perdemos?¿De dónde o por dónde nos gusta empezar?
¿Mezclamos caídas?¿Recomponemos canciones?
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